Me puse en puntas de pie y estiré la cabeza cuando oi la campana, esperando ansiosamente a un cliente, pero en ese momento vi la figura de la cazadora atravesando la puerta de entrada.
-Ah, Buffy, eres tu- murmuré.
-Sí, estoy bien, he abierto recién y la verdad es que eres la primera que entra, y estoy aquí esperando a que alguien me compre algo, es que necesito dinero!
Dibujé en mi rostro una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Y tu? ¿Qué haces por aquí tan temprano? ¿Ha ocurrido algo, tienes algún demonio o algo en vista?